La Vieja Escuela en San Gil - Mayo del 2012 - Bici: Titus Motolite |
(A nuestros queridos seguidores, pronto subiremos las fotos del paseo)
Un miedo de todo hombre o mujer, ya sea por arrugas o disfunción
eréctil, es la vejez. Y al llegar - como los carros - hay unos que se dañan más
rápido que otros y algunos que simplemente se ven mejor : los clásicos. Este es
el caso de nuestros amigos, cada uno de 150 años, pero con la energía y actitud
de cualquier muchacho de 25 años. Estos
hombres son el producto del seguimiento de los diez mandamientos de El Viejo
Propio Testamento MTB en los que la sed de aventura y libertad priman. Esto les
permite abordar y disfrutar la vida con una juventud envidiable… Lo que nos
lleva a que si El Propio MTB tuviera 50 años, probablemente seria como ellos,
libre y siempre a la espera de descubrir las maravillas que el mundo tiene que
ofrecer…
Sin más preámbulos arranca nuestra historia. Nos dirigimos mi
primo, los clásicos representantes de la vieja escuela del Mountain Bike y yo hacia
la bella región de Santander en busca de…
no sabemos qué pero seguro vamos a montar en bicicleta.
En San Gil nos encontramos con un gran ciclista y amigo, un tal
Iván, mejor conocido como el Talibán, ya que siembra el terror entre los
rodillones que salen a montar con él. A bordo de una rígida demostró bajar con
destreza y velocidad. Me pregunto cómo sería el Talibán en una doble
suspensión… posiblemente poniéndose al nivel de un buen downhillista. En definitiva
definitoria es un buen ciclista y amigo.
Desde San Gil nos dirigimos al cañón del Chicamocha, más grande
que el gran Cañón del Colorado. En el Chicamocha hay increíbles montaderos para
bicis (Mountain Bike y ruta) pero hay que tener en cuenta su vegetación de tipo
semiárida, es decir espinosa, por lo que recomendamos las llantas tubeless o
llevar muchos parches y suficientes neumáticos de repuesto.
DATO TECNICO : El uso de llantas tubless con líquido sellador o autosellante es
una excelente alternativa para cuando se monta en trochas con vegetación
espinosa. Sin embargo, recomendamos siempre
cargar consigo un neumático ya que, en caso de necesitar desmontar la llanta,
las tubless necesitan mucha presión inicial para volverlas a inflar (para que
la coraza se ajuste al rin). En ese caso se monta la llanta con neumático
mientras se consigue un compresor o una bomba de pie. Generalmente, cuando se
usa neumático con un rin tubless, la coraza no suele quedar derecha. Esto no representa
un problema pues no se siente en terrenos destapados y muy poco en pavimento.
Ahora seguimos con el paseo: El calor es intenso en Pescadero,
caserío situado al fondo del cañón, nuestro punto de inicio. El aire es seco y afortunadamente
no hay zancudos (no nos gustan). Partimos: comienza el camino hacia Umpalá.
Primero una subida al borde de la carretera, luego continuamos por una destapada
y nos encontramos con una Y (en caso de duda siempre escoger la subida más
empinada). El ascenso es lento pero no tanto por la subida sino por el calor. Por
supuesto, nuestros Jurásicos amigos mantienen un buen pedaleo, no tan rápido e
impetuoso, pero si constante lo que les da ventaja en el largo aliento. En la
subida las fuerzas son bastante equitativas.
Y llegamos arriba… Para el descenso hay dos alternativas: un
sendero técnico que es el que usan los peatones y una carretera destapada. Desafortunadamente,
no vimos el sendero sino ya empezado el descenso por la carretera lo que nos
dejó picados. ¡Definitivamente tenemos que volver a hacerlo pero por el lado
que es! De todas formas el descenso fue agradable y nos condujo al pintoresco
pueblo de Umpalá. Todos nos sorprendimos con la belleza del lugar, detenido en
el tiempo (como nuestros amigos), escondido entre el cañón, en un valle fértil donde
cultivan tabaco. Las edificaciones eran viejas y muchas estaban en ruinas. ¡Estar
ahí es como cambiar de mundo! Y es una dicha porque pudimos reabastecernos de
agua y víveres para esta vez sí entrar a la trocha.
¡Finalmente! entramos a la trocha, un sendero (singletrack en su denominación
en ingles) rápido y lleno de partes técnicas, jugosas curvas y áreas de rocas
que le permitían a las suspensiones lucirse y dar todo su potencial. Se observó
el buen dominio de la bicicleta de la vieja escuela, sin tantos saltos y
juguetería pero conservando un estilo limpio y sobrio frente a los pasos
técnicos y frenadas. Son definitivamente como un auto clásico: con clase pero
sin tanta velocidad.
El sendero nos llevó por bordes de precipicios donde los más
frágiles de espíritu se dejaron intimidar por el vacío… aunque hay que
reconocer que en algunos puntos no había más de un metro de ancho para circular…
y tocaba rodar obviamente encima de piedras.
Nos impresionó como uno de nuestros amigos, a medida que transcurría
el sendero, se rejuvenecía y explotaba al máximo el potencial de su Maverick
ML8. Pegado a nuestras ruedas, simplemente no paraba de sonreír bajo la intoxicante
sensación de velocidad y libertad. Bueno, no decimos que a los otros jurásicos no
les pase lo mismo pero es que éste fue un caso de absoluta transformación. El
señor que llegó volvió a ser ese ciclista apasionado que conocíamos de antes. Y
a medida que avanzamos no solo se rejuvenecieron nuestros amigos sino que también
el paisaje cambió: de la aridez y la erosión pasamos a un valle fértil para
nuevamente ver tierras amarillas y resecas para luego disfrutar del verde y de la
sombra de los arboles.
Montar con estos embajadores de la vieja escuela me hace ver un Mountain
Bike limpio, sin tantas arandelas ni la impetuosidad de la juventud. Montan con
prudencia sin perder la energía o la destreza. Aunque, probablemente, lo que
más me impresiona es su forma de abordar las trochas. No es el hecho que
pedaleen mucho o poco, cualquier persona con algo de disciplina y entrenamiento
lo hace; sino es más bien la forma en que toman la vida, la energía y la pasión
que ponen en cada montada, en cada acto; la misma energía y entusiasmo en cada
pedaleada como si fuera una novedad. Han sido ya más de veinte veces que han montado
en San Gil, pero pareciera que es la
primera vez: tienen el entusiasmo de quien descubre una región. Y la verdad me
alegra saber que para mí también cada montada será siempre distinta y que nada
nunca va a ser igual. Al verlos, concluyo que la vejez no es más que una idea
que se compra y ellos definitivamente no lo hicieron. El Propio MTB se
enorgullece en compartir con estas leyendas del Mountain Bike que hicieron la
tarea de introducir el deporte en el país.
Gracias.
Nota: Por supuesto después de la montada la División Jeriátrica de El Propio MTB le obsequió a cada jurásico miembro de
la vieja escuela flores y un descuento especial en Jardines de Paz.
Bicicletas puestas a prueba:
Maverick ML7
Maverick ML8
Maverick ML8
Santa cruz Nomad
Titus Motolite
Trek Remedy
Trek 8000